¡Gracias Antonio!

Me vais a permitir que hoy me salte a la torera la temática provincial del blog para hablar de la pérdida que hemos sufrido todos con la muerte de Antonio Vega. Ese chico triste y solitario fue uno de los partícipes más destacado de la movida madrileña y su canción, La Chica de Ayer, fue elegida en una encuesta como la canción más popular y representativa de este movimiento contracultural de principios de los 80.

Las canciones que nos dejó este artista como legado son innumerables, tanto en el grupo del que era abanderado, Nacha Pop, como en su carrera en solitario, mucho más prolífica, madura y bella en composición desde mi punto de vista. Creaciones como Se dejaba llevar, El sitio de mi recreo o Para bien y para mal, forman parte de la banda sonora de nuestro país y se las debemos a este gran artista.

Como siempre, en España es necesario morirse para que reconozcan tu trabajo y tu arte, así que nos esperan, primero, varias semanas de homenajes y más tarde un sinfín de recopilatorios y discos versionando sus canciones. Es una pena pero la realidad es esa, queremos muy poco a nuestros artistas hasta que es demasiado tarde.

A los 52 años un cáncer de pulmón se ha nos ha llevado a este gran artista. Ya se ha aprobado que se le ponga una calles con su nombre a pocos metros del Penta, el bar que Antonio Vega popularizó en su canción La chica de Ayer. Estés donde estés...

¡Nos vemos por los bares!