
Su propietario, Luis Massó (con quien tuve el privilegio de tocar), comenzó su aventura empresarial con ganas e ilusión y algo ha debido hacer bien porque años más tarde sigue ahí, ofreciendo una alternativa musical que promociona a los grupos que comienzan y apostando por el Copyleft, tema que ya se tocó en este blog hace unos meses. La filosofía de Luis es clara: ¿Por qué tengo que pagar a la SGAE, entidad que no presta ningún servicio? ¿por poner la música de sus afiliados y que se lleven la pasta los de siempre?, va a ser que no. No os perdáis la entrada de su web en la que habla sobre este particular.
Tras estudiar las alternativas el propietario del Castillo del Rey Loco optó por poner solamente música que no estuviera registrada en la SGAE y por la promoción de músicos alicantinos (también de otras partes de la geografía española) con actuacione en directo. Opción que le ha reportado muy buenos resultados a la vez que disfruta de su pasión: la música.
Desde este modesto blog os animo a que lo visiteis y disfrutéis de un local diferente que ofrece la posibilidad de promoción a aquellos grupos que comienzan a la vez que os tomais una copa en un ambiente agradable. Y a ti Luis, desearte que sigas haciéndolo tan bien como hasta ahora. Se te echa de menos.
¡Nos vemos por los bares!
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