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domingo, 8 de marzo de 2009

El ritmo de la calle

Este pasado sábado (ayer), estuve pateándome Alicante en busca de músicos callejeros con los que charlar. El motivo principal es la redacción de un reportaje para la asignatura de Periodismo escrito, pero aprovecharé la experiencia para compartirla con vosotros porque es una forma de entender la música que pasa normalmente inadvertida y es necesario prestarle un mínimo de atención.
De lo primero de lo que me di cuenta es que estos currantes de la música no madrugan demasiado. No lo digo de forma peyorativa, pero claro, yo tenía que dejar a la churumbela con alguien y sólo disponía de diez de la mañana a tres de la tarde; y estar la primera hora dando vueltas sin encontrar a ningún músico resultó frustrante.
Otra de las conclusiones que he extraído de mi periplo por las calles alicantinas es que, por regla general, a quienes se ganan la vida tocando en la calle no les gusta mucho charlar. Me acerqué a una decena de músicos y cuatro de ellos me dijeron que nada de nada (y eso que me presenté como redactor de un conocido diario), mientras que otro par hablaron lo justo. Un poco menos.
Los más herméticos, sin duda, son los rusos. De hecho, todos los que se negaron eran de esta nacionalidad -la frialdad rusa no es una novedad para nadie- . En el otro extremo se encuentra un paraguayo que además de tocar el harpa de una forma excepcional, es pintor, escultor, tenor, lutier, afinador y un montón de cosas más (éste se ha ganado el despiece).
Por último, también he aprendido elaborando este reportaje que la mayor parte de estos músicos son eso, músicos con todas las letras que la mayor parte de su vida han tocado para otros como forma de ganarse la vida (me encontré con unos punkis tocando la flauta, pero esos no cuentan).
Desde aquí pido que la próxima vez que os encontréis con alguno de estos currantes os paréis a escuchar su arte y les echéis unas monedas. Para muchos es su única forma de subsistencia.
¡Birras para todos!

2 comentarios:

Miguel Carvajal dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Bravo por la lección callejera. Ganas de leer el reportaje. Aun no lo he imprimido.

Una Birra con...